domingo, 2 de mayo de 2010

Recuerdos y Nostalgia

Abrí la puerta de uno de los muebles de la cocina y me teletransporté a la despensa de casa mi abuela. El olor inconfundible a especias, pan, restos de la comida de ese día, al jamón colgado del techo con una alcallata que muy cuidadosamente había colgado mi abuelo. Era el mismo olor, era la misma situación sólo que en un sitio distinto y muchos años después.

La despensa sigue existiendo, pero ya no es lo que era. Ya no hay quién remate la alcallata, ya no hay "jaleo" en esa cocina de grandes dimensiones, ya no espacio en la despensa para más recuerdos.

Al abrir la puerta de uno de los muebles de la cocina, me teletransporté. Y sonreí. Sonreí porque supe que estaba llena de recuerdos. Llena de buenos momentos. Repleta de nostalgia por el tiempo que fue.

lunes, 11 de enero de 2010

Subidas... y bajadas

Lo mismo subes, que lo mismo bajas. Tanto cuesta llegar arriba, para lo rápido que se puede bajar. Es normal, al fin y al cabo todo el mundo prefiere bajar unas escaleras antes que subirlas. Igual pasa en la vida, resulta más fácil estar en los derroteros del mundo que mantenerse en la cima.
Lo duro que puede llegar a ser escalar una montaña, y lo cómodo que resulta bajarla. Qué fácil es caerse con una piedra y tropezar. Con una maldita piedra que te encuentras en el camino. Y siempre es la misma. Siempre ese mismo impedimento.
Ya podrían quitarla del camino. O también, y quizás mejor, ya podrías aprender a esquivarla. Pero parece que está el hombre destinado a seguir tropezando una y otra vez con la misma piedra. Con el mismo miedo. Y no se va. No se va. Permanece, y te la vuelves a encontrar.

viernes, 8 de enero de 2010

En días de frio



Se fue la lluvia con el último día de las vacaciones navideñas y llegó el frio más auténtico en su especie. Ese que es propio y autóctono del norte y no de una ciudad como Sevilla en la que parece que en verano podemos derretirnos con los más de 40 grados a la sombra y en invierno quedarnos petrificados con estas olas de frio que nos están regalando. Yo en estos días leo un poema de Pablo Neruda, "Jardín de invierno", y siento mil historias, mil significados, mil metáforas que me afloran en unos cuantos versos...




"- ¿Qué te pasa?


- ¿Don Pablo?


- Te quedas ahí parado como un poste


Mario torció el cuello y buscó los ojos del poeta desde abajo:


- ¿Clavado como una lanza?


- No, quiero como torre de ajedrez


- ¿Más tranquilo que gato de porcelana?


Neruda soltó la manilla del portón, y se acarició la barbilla.


- Mario Jiménez, aparte de Odas Elementales tengo libros mucho mejores. Es indigno que me sometas a todo tipo de comparaciones y metáforas.


- ¿Don Pablo?


- ¡Metáforas, hombre!


- ¿Qué son esas cosas?


El poeta puso una mano sobre el hombro del muchacho.


- Para aclarártelo más o menos imprecisamente, son modos de decir una cosa comparándola con otra.


- Déme un ejemplo


Neruda miró su reloj y suspiró.


- Bueno, cuando tú dices que el cielo está llorando. ¿Qué es lo que quieres decir?


- ¡Qué fácil! Que está lloviendo, pu'.


- Bueno, eso es una metáfora


- Y ¿por qué, si es una cosa tan fácil, se llama tan complicado?"




El cartero de Neruda (Antonio Skármeta), p.20-21

viernes, 1 de enero de 2010

Lo ven todo...

Es enriquecedor. Sí, lo es y mucho. Si no fuera así, creo que ya lo hubiera dejado. Hubiera tirado la toalla, y créanme, no por falta de ganas en algunos momentos. Pero son, sin duda alguna, aquellas situaciones memorables que vives a menudo lo que hace que recobres la fuerza para seguir adelante.
Ayer, en el último día del año, hablaba con un pequeño -micro en mano- y le preguntaba qué le había pedido a los Reyes Magos. Y pobre niño, porque no le iban a traer nada. Me contó off the record que no se había portado nada bien. Mientras su abuela por el otro lado me lo explicaba: "tiró un petardo al wáter... y lo ha destrozado..."

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un propósito; coger la estrella

En estos días en los que la gente comienza a hablar de propósitos, nuevas propuestas e intenciones, yo rememoro casi por casualidad una poesía que de pequeña recité en el colegio junto con otros compañeros de clases. "En el naranjo está la estrella, a ver quién puede cogerla". Tan simple, y tan bella. Con el tiempo descubrí que era de Juan Ramón Jiménez.
Es curioso, pero siempre recordaré esa poesía... Ojalá las grandes cosas nunca se olviden... Ojalá pueda coger la estrella algún día...

La estrella venida
En el naranjo está la estrella
¡A ver quién puede cogerla!
¡Pronto, venid con las perlas,
traed las redes de seda!
En el tejado está la estrella
¡A ver quién puede cogerla!
¡Oh, qué olor a primavera
su pomo de luz eterna!
En los ojos está la estrella
¡A ver quién puede cogerla!
¡Por el aire, por la yerba!
¡Cuidado, que no se pierda!
¡En el amor está la estrella!
¡A ver quién puede cogerla!
Juan Ramón Jiménez
Feliz 2010

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Qué haría si le tocara el Gordo?


- ¿Si me tocara el qué? Ah sí, sí, el Gordo, es decir, aquello de "abundantes carnes" según la RAE...

Pues... no sé... a ver... déjeme que lo piense...


- ¿Ya?


- ¡No! ehh, bueno sí... ya sé lo que haría...


- ¿Y bien?


- Francamente no hablo de sueños e ilusiones... ¿Y usted?


sábado, 19 de diciembre de 2009

Cuando eres niño

"Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre los esencial. Jamás os dicen: '¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?'. En cambio, os preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos son? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?'. Sólo entonces creen conocerle. Si decís a las personas grandes: 'He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo...', no acertarán a imaginarse la casa. Es necesario decirles: 'He visto una casa de cien mil francos'. Entonces exclaman: '¡Qué hermosa es!'".
El Principito, Antonie de Saint-Exupéry (p.19-20)