
Se fue la lluvia con el último día de las vacaciones navideñas y llegó el frio más auténtico en su especie. Ese que es propio y autóctono del norte y no de una ciudad como Sevilla en la que parece que en verano podemos derretirnos con los más de 40 grados a la sombra y en invierno quedarnos petrificados con estas olas de frio que nos están regalando. Yo en estos días leo un poema de Pablo Neruda, "Jardín de invierno", y siento mil historias, mil significados, mil metáforas que me afloran en unos cuantos versos...
"- ¿Qué te pasa?
- ¿Don Pablo?
- Te quedas ahí parado como un poste
Mario torció el cuello y buscó los ojos del poeta desde abajo:
- ¿Clavado como una lanza?
- No, quiero como torre de ajedrez
- ¿Más tranquilo que gato de porcelana?
Neruda soltó la manilla del portón, y se acarició la barbilla.
- Mario Jiménez, aparte de Odas Elementales tengo libros mucho mejores. Es indigno que me sometas a todo tipo de comparaciones y metáforas.
- ¿Don Pablo?
- ¡Metáforas, hombre!
- ¿Qué son esas cosas?
El poeta puso una mano sobre el hombro del muchacho.
- Para aclarártelo más o menos imprecisamente, son modos de decir una cosa comparándola con otra.
- Déme un ejemplo
Neruda miró su reloj y suspiró.
- Bueno, cuando tú dices que el cielo está llorando. ¿Qué es lo que quieres decir?
- ¡Qué fácil! Que está lloviendo, pu'.
- Bueno, eso es una metáfora
- Y ¿por qué, si es una cosa tan fácil, se llama tan complicado?"
El cartero de Neruda (Antonio Skármeta), p.20-21
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