lunes, 11 de enero de 2010

Subidas... y bajadas

Lo mismo subes, que lo mismo bajas. Tanto cuesta llegar arriba, para lo rápido que se puede bajar. Es normal, al fin y al cabo todo el mundo prefiere bajar unas escaleras antes que subirlas. Igual pasa en la vida, resulta más fácil estar en los derroteros del mundo que mantenerse en la cima.
Lo duro que puede llegar a ser escalar una montaña, y lo cómodo que resulta bajarla. Qué fácil es caerse con una piedra y tropezar. Con una maldita piedra que te encuentras en el camino. Y siempre es la misma. Siempre ese mismo impedimento.
Ya podrían quitarla del camino. O también, y quizás mejor, ya podrías aprender a esquivarla. Pero parece que está el hombre destinado a seguir tropezando una y otra vez con la misma piedra. Con el mismo miedo. Y no se va. No se va. Permanece, y te la vuelves a encontrar.

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